Migrañas en Pediatría

Epilepsia en niños
13 marzo, 2017
T.E.A. (trastorno del espectro autista)
13 marzo, 2017

Migrañas en niños, un dolor de cabeza muy especial:

Las migrañas son un tipo especial de dolor de cabeza (cefalea) que se repiten en el tiempo y con unas características concretas que las diferencian de las cefaleas comunes, un cuadro que también suele preocupar cuando se presenta en niños. Lo normal es que las migrañas, aun pudiendo ser de formas muy diferentes, cumplan al menos dos de estas características: suele doler una de las dos mitades del cráneo, mejora con el sueño, puede percibirse como pulsátil (dolor con cada latido del corazón), es bastante dolorosa, empeora al moverse el niño y pueden acompañarse de otros síntomas como vómitos, fotofobia (molestia al mirar una luz) o fonofobia (molestia al escuchar sonidos). No se conocen los motivos exactos que generan las migrañas, aunque se sabe que están relacionadas con dilataciones y espasmos de las arterias cerebrales. Existe un componente genético considerable (lo habitual es que haya antecedentes de migraña en la familia del niño que la padece), y otro componente ambiental (factores que pueden desencadenarla por ejemplo sinusitis crónicas, estrés escolar, cansancio u otros).

 

Qué síntomas producen:

Las migrañas generan cuadros de dolor de cabeza que pueden durar horas y que el niño suele describir como pulsátil. Aunque en los adultos suele afectar a una mitad del cráneo, es habitual que en los niños duela toda la cabeza. También es frecuente que haya otros síntomas asociados, como dolor abdominal, vómitos, visión de luces o destellos. La forma más frecuente en niños es la denominada migraña común, en la que sin previo aviso el niño empieza con un dolor de cabeza de tipo pulsátil y que se prolonga durante varias horas, que puede afectar a uno o a los dos lados de la cabeza. Suele haber síntomas como vómitos y dolor abdominal junto al dolor de cabeza. En la migraña clásica existe un período previo denominado aura en el que se suelen ver destellos de luz u otros signos que el niño constata antes del inicio del dolor de cabeza y que se prolonga durante varias horas. Suele asociar síntomas digestivos como vómitos, dolor abdominal y falta de apetito.

La migraña compleja es más propia de niños mayores y asocia síntomas neurológicos llamativos en relación al episodio, casi de cualquier tipo, en función de la zona del cerebro que esté más afectada por el cuadro. Estos síntomas pueden ser muy variados y llamativos, por ejemplo, pérdida de fuerza de una mitad del cuerpo (hemiparesia) o sensación de ¨hormigueo¨ o “pinchazos” en una parte del cuerpo (parestesias), etc.

 

Cómo se diagnostica:

En las cefaleas es fundamental aportar todos los datos posibles para que el Neuropediatra pueda realizar una detallada historia clínica. Entre los datos que interesan se encuentran la edad, la evolución del dolor, su periodicidad, la localización, cómo se percibe, cuándo aparece y desaparece, síntomas que se relacionan con él dolor, si el dolor despierta al niño cuando duerme, etc.

De especial importancia pueden ser los antecedentes familiares ya que muchos tipos de cefaleas pueden ser hereditarios. Lo habitual es que si el niño la tiene, haya antecedentes familiares. Algunos antecedentes personales también pueden ser de especial interés ya que pueden hacer sospechar determinadas patologías. Las pruebas complementarias se orientarán según los hallazgos de la historia clínica y la exploración, de ahí la importancia de que los datos aportados para la historia sean lo más fiables y detallados posibles, aunque las migrañas son relativamente fáciles de distinguir del resto de cefaleas.

 

Cómo se tratan:

Se suelen usar analgésicos como el ibuprofeno o el naproxeno junto con reposo, aunque a veces estas medidas pueden insuficientes. En caso de que existan vómitos asociados e intensos dolores, el neurólogo infantil puede prescribir algún otro fármaco. La medicación siempre debe estar controlada por un profesional sanitario. El tratamiento específico para prevenir la aparición de nuevos episodios de migraña se basa en el uso de fármacos como la Flunarizina o el Topiramato u otros, todos deben ser supervisados por un neurólogo pediátrico.

 

Signos que deben generar preocupación en las cefaleas:

La mayoría de las cefaleas y migrañas en niños son benignas. Sin embargo, los padres suelen preocuparse, preguntándose si ese dolor puede esconder un proceso grave, como un tumor o una infección severa. Los datos que deben poner en guardia a los padres ante cefaleas sospechosas son la corta edad (aunque los niños pequeños también se quejan de dolor de cabeza por fiebre), evolución cada vez a peor, aumento del dolor con los cambios de postura o al levantarse, que el dolor despierte al niño cuando duerme, vómitos fuertes, signos que puedan hacer sospechar meningitis como la rigidez de nuca, síntomas neurológicos como movimientos raros, pérdida de conocimiento o convulsiones, o bien que el dolor impida que el niño haga su vida normal o que se asocie con fatiga o con pérdida de peso. Estos cuadros u otros similares siempre deben suponer un motivo de consulta urgente.

 

Que hacer ante un dolor de cabeza (cefalea) que dura horas y se asocia a vómitos u otros signos neurológicos:

Consulte al servicio de urgencias pediátrica de su hospital más cercano, mantenga hidratado al niños y solo utilice los analgésicos recomendados por los pediatras (ibuprofeno). Es probable que el médico de emergencia interne al niño, lo hidrate por vía endovenosa, utilice analgésicos endovenosos, realice una TAC de encéfalo o RMN de cerebro y solicite evaluación por un neuropediatra.